sábado, 20 de junio de 2009


Escucha…

¿En qué otro mundo de cerezas raras

oí tu voz? ¿En qué planeta lento

de bronces y de nieve, vi tus ojos

hace un millón de siglos? ¿Dónde estabas?

Fuiste agua hace mil años.

Yo era raíz de rosa, y me regabas…

Fuiste campana de pagoda, yo era

nervio del ojo que miró a tu bronce.

Nos hemos perseguido,

alma con alma, atravesando cuerpos

peregrinos de venas y latidos,

por pieles de animales, por estambres,

escamas, esqueletos, cortezas;

por mil cuerpos y sangres diferentes,

alma con alma, cincelando torres

de espíritu con lágrima y sonrisa.

1 comentario:

ALFA dijo...

que lindo texto?
es tuyo?
aunque tuve algunos problemas para leerlos me gusto mucho.
hasta pronto!